domingo, 31 de julio de 2016

Dhikr - Lâ ilâha illâ Llâh

"...la palabra dhikr, que, en el esoterismo islámico, se aplica a fórmulas ritmadas correspondientes de modo exacto a los mantras hindúes, fórmulas cuya repetición tiene por objeto producir una armonización de los diversos elementos del ser y de determinar vibraciones rítmicas capaces, por su repercusión a través de la serie de estados, en jerarquía indefinida, de abrir una comunicación con los estados superiores, lo cual constituye por otra parte, de modo general, la razón de ser esencial y primordial de todos los ritos". RG 


El "Sello" de los Profetas (Khātam al-nabiyyīn)



"Entre los bienes de este mundo, las cosas que más amo son:
Las MUJERES,
Los PERFUMES y
-el frescor de mis ojos- la ORACIÓN"

sábado, 30 de julio de 2016

El Rey del Mundo en el tasawwuf islámico


(Unas palabras transmitidas por una persona muy querida recordándome la esencia de la doctrina del Rey del Mundo en el esoterismo islámico, la misma que impregna y vivifica la silsilah (cadena iniciática) de la tariqa constituida por el Sayh Mustafā 'Abd al-Azîz (Michel Vâlsan) con la venia del Sayh 'Abd al-Wāhid Yahya ( René Guénon) y que en la actualidad es continuada por su hijo el Sayh Muhammad Vâlsan)

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Publicando 'el Rey del Mundo', un libro sin equivalente en el dominio de la espiritualidad, René Guénon evoca la existencia del Centro Supremo de la Tradición Primordial y Universal; ahí afirma la realidad del 'gobierno esotérico de los asuntos del mundo' (tasarruf) en donde se ejercen tres funciones soberanas, aquella del Polo encarnando el Eje invariable e inmutable alrededor del cual se efectúa la rotación del mundo y la de sus dos asesores.

Los tres grados de esta Jerarquía Suprema constituyen las características fundamentales del Hombre Universal considerado como 'Maestro de los tres mundos' y 'estos tres mundos representan el conjunto de la manifestación dividida en tres grados fundamentales que constituyen respectivamente el dominio de la manifestación informal, el de la manifestación sutil y el de la manifestación grosera o corporal'.

Estos tres grados están simbolizados en el esoterismo islamico por los tres nombres del Profeta formados a partir de la raíz h-m-d: Muhammad que es el nombre terrestre; Mahmûd que es el nombre 'paradisiaco'; Ahmad que es el nombre celestial.

La función del Rey del Mundo, que se aplica al Legislador primordial y universal (Manu), es aquella del hombre en tanto que depositario de la Tradición primordial de origen 'no humano'. Este Rey-Pontífice mediador entre el Cielo y la Tierra designa el Principio en tanto que inteligencia cósmica reflejando la Luz espiritual pura formulando la Ley propia a las condiciones de nuestro ciclo...

Esta función, que no pertenece al dominio de la metafísica pura, se sitúa en un grado de existencia en donde las verdades principales se encuentran revestidas de formas sutiles y en donde el acceso al centro escondido del Mundo es posible únicamente por la intuición del corazón conocedor; la manifestación de la Jerarquía Suprema en el dominio corporal es solamente el soporte de su realidad verdadera que reside siempre, por su esencia misma, 'secreta' e inaccesible.

Michel Vâlsan dice los siguiente al respecto: 'Estas funciones consideradas tanto en el orden de la tradición universal como en el orden de las tradiciones particulares, siendo las más elevadas que posee la jerarquía iniciatica normal, y a través de las cuales son vehículizadas las influencias espirituales en los dominios que les corresponden, aparecen como siendo casos de realización descendente' [...] 'En el Islam, el Qutb es el heredero profético por excelencia, dado que esta función fue en el origen propiamente la del Profeta cuyos Imâms fueron Omar y Abû Bakr... Según el Sayh al-Akbar, en el orden de la tradición universal, el Polo islamico y sus Imâms son los representantes de ciertos profetas vivientes que constituyen la Jerarquía fundamental y perpetua de la tradición en nuestro tiempo'.

El Sayh al-Akbar evoca el acceso al Centro Suprema de la Tradición Primordial y Universal: Al Malā'u-l-A'lā, el 'Pleroma Supremo' o la 'Asamblea Sublime', en una región sutil presidida por el Ser Muhammadiano primordial (cf. el Manu Primordial, Melki-Tsedeq, el Wang, etc.)

El Sayh Mustafā precisa que 'el Hinduismo, el Taoísmo y el Islam son en su orden y bajo una cierta relación como los tres aspectos de este misterioso Rey del Mundo'.

No debemos olvidar también, precisa Ibn 'Arabi, que todo lo que se dice del macrocosmos posee su correspondencia en el microcosmos: en todo ser hay un Mahdī, un Sello, etc. Y que debemos voltear nuestra mirada hacia nuestro reino interior...

Samā'